La realidad es que existen muchas variables que te indicarán si en realidad puedes decir “soy un emprendedor”, y van más allá de tener tu propio negocio. Incluso una persona capaz de crear empresa puede no ser emprendedor.

Por donde quiera que veas, el estilo de vida del emprendedor está de moda. Tiene apoyo de diversas empresas, noticias en los medios e incluso lugares para conseguir citas románticas con otras personas de negocios. La palabra “emprendedor” se ha vuelto muy importante. El problema es que una vez que el término se pone de moda y todo mundo quiere ser emprendedor, el título pierde significado.

¿Quién califica para ser emprendedor? La gran diferencia entre estas personas y el resto del mundo es que tienden a construir nuevas ideas en territorios no explorados

Te adaptas a la incomodidad.

Emprender está lleno de momentos incómodos y difíciles. Cualquier persona que pueda decir “soy un emprendedor”, de seguro se ha enfrentado a situaciones que lo sacan de su zona de confort, pero sin importar eso, hace lo posible por entregar siempre los mejores resultados. Te interesa más la educación que el entretenimiento.

Por lo general nuestro tiempo libre lo destinamos al entretenimiento. Pero un emprendedor entiende la importancia de prepararse día a día y sabe que el tiempo libre lo puede aprovechar para aprender cosas nuevas.

¿Qué opines del desarrollo personal?

Los emprendedores se enfocan al 100 por ciento en sus industrias. Siempre están consumiendo información y aprendiendo solo por el gusto de hacerlo. ¿Qué pasa cuando alguien te dice ‘no’?

“No” no siempre significa “no” para los emprendedores. Para ellos, la negativa los impulsa a mejorar sus habilidades y a intentar de nuevo. Siempre tratan de mejorar sus presentaciones y propuestas para convencer a los inversionistas. Por eso estos ecosistemas mueven billones de dólares en financiamiento cada año.

Entiendes el fracaso.

Pretender emprender sin conocer el fracaso es una barbaridad. Sin importar nuestra excelente planeación y el cuidado con los detalles, son muchas las variables que pueden cambiar y perjudicarnos.

Lo importante está en entender que es posible que suceda y estar en la capacidad de levantarse, aprender de los errores y seguir con paso más firme.

Quieres encontrar soluciones a todo.

Un emprendedor confía es su capacidad de discernimiento y la quiere emplear a menudo. Lo ve como una práctica a su capacidad de pensar diferente y encontrar soluciones donde los demás solo ven problemas. Puedes trabajar donde sea.

Trabajar para avanzar es un requisito que no siempre se puede cumplir desde la comodidad de una oficina. Un emprendedor lo entiende y está preparado para trabajar en cualquier lugar, ya que tiene la disposición y las herramientas necesarias. Puedes hacer el trabajo sucio.

Toca hacer una llamada a un cliente y solo tú te atreves a hacerla? ¿Hay que improvisar un poco en una presentación y eres tú el que pone el pecho y se arriesga? Si quieres decir “soy un emprendedor”, debes ser capaz de hacer el trabajo que nadie más quiere hacer. Te sientes cómodo aislado.

Pasarás noches y noches haciendo cosas que nadie hará por ti. Esto implica un entendimiento profundo de por qué estás haciéndolo para que la motivación siempre esté a tu lado.

Te gusta el debate.

Escuchar, entender cómo piensan los demás y después dar tu punto de vista es algo que hacen todos los emprendedores. Ya sea con socios, trabajadores o inversionistas, siempre debes saber cómo escuchar para encontrar los “puntos débiles” de la otra persona y hacer que tus palabras cumplan un objetivo claro.

Las tendencias cambian. En algún punto de la historia el término “emprendedor” pasará de moda y otros estilos de vida la reemplazarán y solo quedarán las personas que verdaderamente tienen pasión por hacer algo innovador.